El chicle, amigo del alma, me esta viniendo barbaro para aquella dieta que debi ( y rehuse durante años) de hacer hace tiempo. De chico y conforme esperabamos el segundo turno de la comida en el colegio, saciaba mi apetito aun cuando de Tutti Frutti (y treinta minutos de incesante mastiqueo) no quedaba ni el aroma.
Hace unos dias lei de un flaco ucraniano que tuvo un pesimo accidente. Al parecer, el pibe era estudiante de quimica y acostumbraba agregarle acido citrico al producto para que tuviera un poquitito mas de sabor. Esto de hacerse el fisico cuantico (?) con el chiclesito, parece que le salio como el traste, el tipo confundio el frasquito (segun los expertos, algo posible de suceder ya que ambos compuestos eran visiblemente muy similares) y le clavo algo un poquitito mas explosivo: un polvo altamente detonante.
Conclusion: murio luego de que la goma de mascar le explotara dentro de la boca y le hiciera añicos la mandibula. Estos ucranianos tienen una mala leche con las explosiones.
Por lo menos no se le ocurrio mandarse un globito...