Rompiendolo todo!

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Se sabe que uno de los placeres del hombre comun y corriente es destruir cosas. Es algo que nace del alma, es arte conceptual, es desconcentracion en el acto de aquello que nos esta oprimiento, es merma sin sentido... en fin, es descargar la furia contenida del tipo promedio que guarda miles de problemas (???). O por lo menos es mi caso, carajo mierda (ven... ya me estoy violentando)
En el mundo hay muchas asociaciones de rompelotodos pero The Destruction Company (nombre apropiado si los hay) permite a sus miembros destruir lo que se les ocurra. Si. La destruccion masiva parece ser cosa de gente con guita nomas, por que la asociacion (que es privada en New Jersey) permite a sus acaudalos miembros desquitar su furia con los objetos que mas les desagradan, desde computadoras y pantallas de LCD hasta automoviles y pianos.
Por una suma sustancial de guita te dejan romper todas aquellas cosillas que en tu casa cuidarias como si fuera tu vida. Todas esas por las que tu vieja te reto de chico cuando hiciste añicos con una bocha, o que esta sostenida por una base chiquita adrede, para que con solo empujarla la hagas pomada.
Los muchachos estos aclaran que "The Destruction Company no es una organización que promueva la violencia, sino una experiencia liberadora de los objetos de los que somos esclavos". 
Y en cierto sentido tienen razon: Somos medios giles muchas veces, y dejamos el laburo manual por el de las excentricidades idiotas. Sin embargo, estaba pensando que realmente estan del tomate: por que dejarles esta tentacion solamente a la gente con guita!
Es mas, tratando de explotar la idea y exprimir cada centavo, estaria bueno conseguir alguna marca que nos deje mermar aquellas cosas que ya no venden, ponele. Cobrar una cuota mucho menos densa, reunirnos cada semana y contarnos el motivo por el cual tenemos ganas de romper tal y tal otra cosa. Y llegado el caso, hasta sortearlas si realmente nos interesa...
La otra vez estabamos en la radio y les contaba a los muchachos del flaco que se harto de su Porsche y de arreglarlo, y lo cedio a un club de tiro. Obviamente se lo hicieron añico en cuestion de segundos. Y esa gente, estoy seguro, durmio feliz. He hizo al flaco el hombre mas amado por unos instantes de tiempo. Hasta quiza levanto alguna minita amante de los tiros, los lios y las coshas goldas (si, me fui al carajo, lo se)
Volviendo y terminando, si armo un club de destruccion: ¿Alguien se anota? ¿alguna vez rompiste algo tan valioso de lo que te arrepentiste? ¿Te sentiste bien?
Mejor largo el teclado: esto de escribir durante un franco y tan temprano denota mi falta de cordura...

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