Catarsis laburativa Nº 697

Posted by | Posted in | Posted on 20:03

 Hay varios tipos de clientes, pero mencionare dos que realmente pueden exasperarme: Los “sabiondos” y los que te hacen “marca personal”.
Los primeros se cuentan hasta el hartazgo, preguntan cosas con altanería, se auto responden las preguntas y por supuesto, no necesitan asesoramiento: simplemente tienen ganas de romper las pelotas. Manejo una teoría circular, como si la vida para ellos fuera un ida y vuelta, por lo que, supongo, estos getones someten a sus sometidos (¿?) a las mismas vergüenzas que suelen pasar en sus miserables vidas laburativas/estudiantiles/sociales. Finalmente, si viene con esta displicencia y sabiduría a preguntar,  no se precipite cuando se me escape sin querer un “Para que pregunta, si ya sabe?”.
Los marca personal suelen ser adultos mayores, viejas de la tercera edad, pero nunca, jamás una despampanante sujeta de ojos color miel (azules no, para esos están los míos!) con la paciencia suficiente para perseguir al gordito preferido del sector (¿?).
Ellos te persiguen con una destreza increíble, situación que no se da cuando se suben al colectivo y a los gritos piden un asiento. Por ello resalto que generalmente son aquellos cuya edad no incorpora o perdió el don de la paciencia. Por carencia de ello, la marca personal te persigue mientras estas atendiendo otra persona, esperando el mínimo momento en que el vendedor toma diez segundos de respiro luego de una perorata de dos horas seguidas, y el cliente piensa su compra, para interrumpir intempestivamente con una pregunta desencajante, que nos meta en un apuro. Apuro que soluciono mandando a sacar numero al punto de venta. Solución que jamás se da por que los marca personal, te siguen hasta lograr su cometido…

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