El Clasico

Posted by | Posted in | Posted on 15:06



Cada vez que se viene un clasico de Avellaneda, miles de recuerdos se me vienen a la mente. Muchos geniales, alguno que otro sumergido en la bronca futbolera de la derrota ante el vecino lindante.
Cuando iba al secundario, para que se den una idea de la magnitud que tienen esta clase de partidos, me sentaba con Carlitos. El tipo era un complemento barbaro: Jugaba a la pelota como los dioses, tanto era asi que nos daba a personajes como uno (torpes, bajos e inutiles con el balon) la capacidad de poder lucirnos y jugar bien, de momentos hasta apabullar cursos superiores. A su vez, uno no pintaba de "nerd" pero tenia esa extraña capacidad en la vida de no llevarse nada y estar de diciembre a marzo rascandose a tres manos. Y con esa capacidad, lo arrastrabamos a Carlitos a que tampoco tuviera nada que rendirle a nadie durante años. Con Carlangas las cosas iban bien durante el año excepto durante dos semanas, generalmente divididas diametralmente (una semana de abril y otra de setiembre, ponele) y eran cuando se jugaba el Clasico de Avellaneda: alli el unico hincha del rojo, y el unico de Racing, vivian de apuesta en apuesta y de chicana tras chicana, situacion que seguia durante dias despues del partido cuando uno tenia que cumplir lo apostado ante el otro. Si la abre muleado buscando fotocopias o acercandome al buffet por el (pero vos tambien la tuviste que sufrir, practicamente el doble como manda el historial) pero el chicaneo culminaba a la semana y la vida transcurria... como en Avellaneda.
Es que los clasicos y la contienda en general, tienen esa chispa de pasion que nos enreda a todos. De alguna manera, lo que le tenes al rival no es mas que la bronca de que sea tu contra, tu nemesis o que haya tomado la peor decision de su vida... y no pasa de eso. Creo que la palabra odio no califica, es una mezcla de todo lo nombrado anteriormente, lo que nos mueve a querer verlos sufrir futbolisticamente. El folklore del futbol, como quien diria, nos empuja a satirizar y verlo sufrir, pero no verlo desterrado. Siempre con una pizca de esperanza que siga aparejando a nosotros. (Confesion Personal: uno no quiere que descienda Racing, pero si quiere que juegue promocion para demostrar grandeza y joderlos)
Y aunque algunos me digan por ahi que no se puede vivir sin sentir un Boca - River yo les retruco con un Independiente - Racing.
Despues de todo y aunque cueste poner la cara por el rival: en que lugar del planeta dos equipos que han ganado tanto, tienen solo dos cuadras de distancia entre si???
Lo que se denomina clasico... vive y se respira en Avellaneda.

Igual... que alguien le desate las piernas a Crosa por favor...

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