Este se tomo un galon de sidra vencida...

Posted by | Posted in | Posted on 23:59

Ultimamente vemos que la diversidad matrimonial no tiene tapujos. A mujeres con hombres, se le han sumado los matrimonios entre pares del mismo sexo, por ejemplo. O viejos ricos que se casan con minas voluptuosas, tanto que ponen a la popular como loca (como Hugh Hefner, el dueño de la Playboy. El viejo mas piola del planeta con 84 años se va a casar con una modelo de 24 añitos... es una neeeeeeeeeeeeenaaaaaa!).
Si hacemos esfuerzo, nos escolarizamos el dia que oimos que un pibe se casaba con la vieja Adelfa, de 84 pirulos. Anciana que luego palmaria mientras caminaba por las playas brasileras, y de la que el joven ladronzuelo convertido en travesti, se aprovecho para quedarse con la modica suma de toda su herencia. Para el amor, no existen fronteras... ni herencia que no desee ser cobrada.
Oi de tipos que se casaron con personajes de dibujos animados, o con sus almohadas; de mujeres que se casaron con sus perros; y hace instantes nomas, de una mina que se caso con otra, sin darse cuenta que era mujer (hasta que se dio cuenta que el kinder venia sin sorpresa) y hasta aca creia que el delirio humano habia tocado techo. Pero no, siempre cae alguno que rompe el molde (y es raro que no sea chino) para desbancar a algun gil con una idea aun mas idiota.
Un ingles tuvo la maravillosa idea de casarse con su arbolito de navidad, un autentico nabo navideño. De 47 años, el viejardo decidio proponerle matrimonio a su arbol tras 17 años de festejar como loco,  esta fecha todos los días. En total lleva gastada una fortuna en libras esterlinas, compartidas entre cenas especiales, adornos y todo motivo navideño que se le cruce. Un jodon de aquellos...
Cuenta una prima: "Lo curioso es que hizo la presentación formal a toda la familia en una reunión que contó con la presencia de más de 50 personas. Al principio creíamos que había que internarlo en un loquero, pero nos dimos cuenta de que en definitiva no le hace mal a nadie” (y yo que crei que mi familia estaba loca)
Seis mil cenas navideñas, mucha guita invertida en un mismo festejo, la senilidad (y varios motivos mas que no pienso enumerar) parece que convencieron a este sujeto divorciado de casarse, aunque todavia no sabe donde corno va a ponerle el anillo (y otras cosas) al pobre adorno de plastico. 

Que haga lo que quiera mientras en la boda no lo dejen plantado...

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